Durán, considerado el cantón más peligroso de Ecuador, enfrenta una preocupante escalada de violencia. En lo que va de enero, se han registrado 22 asesinatos, de los cuales 12 ocurrieron el último fin de semana.
La Policía Nacional señaló que la muerte de “Ben 10″ en Colombia, el pasado 28 de diciembre, y el posterior asesinato de sus sucesores el viernes, 10 de enero, desataron una sangrienta disputa entre las bandas de los Chone Killers y los Latin Kings.
El último hecho violento se registró el lunes, 13 de enero, a plena luz del día en el sector La Primavera 2.
La víctima, un hombre de 25 años sin antecedentes penales, fue interceptada por los ocupantes de una motocicleta mientras caminaba por la zona. Los sicarios dispararon varias veces, dejando el cuerpo baleado en el lugar.
Tras el asesinato, las autoridades intensificaron operativos en la zona. Según el coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Durán, los allanamientos permitieron decomisar una motocicleta que habría sido utilizada en este y otro hecho violento ocurrido el día anterior.
“Un hallazgo es que la misma motocicleta participó en un hecho de violencia ayer. Eso quiere decir que es un medio de transporte para estas organizaciones delictivas o el sicario puede llegar a ser el mismo”, indicó al medio Ecuavisa.
La Policía Nacional logró identificar al principal sospechoso gracias a las evidencias recopiladas. “Sabemos quién es esta persona y nos encontramos realizando la judicialización para emitir la boleta de captura, ya que tenemos todos los indicios y sabemos quién fue el perpetrador de este hecho de violencia”, explicó Santamaría.
La violencia en Durán ha alcanzado niveles alarmantes, impulsada por la pugna territorial entre las mencionadas bandas.
Según la Policía, los enfrentamientos surgen cuando miembros de una organización incursionan en zonas controladas por la otra.
A pesar de la situación crítica, las autoridades han logrado frustrar masacres planificadas con trabajo de inteligencia, aunque esto no ha sido suficiente para calmar el temor de los habitantes.
Los residentes de Durán viven en constante estado de alerta, preocupados por la posibilidad de nuevos enfrentamientos y asesinatos que continúan estremeciendo a la comunidad.